Lepidochelys kempii
La tortuga lora, cotorra, bastarda o también llamada golfina, es una hermosa especie visiblemente diferente al resto de las tortugas marinas. En el idioma inglés es llamada Kemp’s Ridley Turtle en honor a Richard M. Kemp, un pescador nacido en Florida que en 1906 presentó por primera vez a la especie para su identificación.
Es parte de la familia Cheloniidae y del género Lepidochelys que también incluye a la tortuga olivácea (Lepidochelys olivacea), especie similar en características anatómicas.
Según las estimaciones científicas, los orígenes de esta especie datan de hace aproximadamente cuatro millones de años.
Descripción
En realidad todo el cuerpo y el caparazón mantiene una tonalidad uniforme entre gris, marrón y verde olivo. Algunas áreas como la boca, cabeza y cuello, presentan una combinación difuminada entre rosáceo y amarillo claro.
Posee un caparazón con cinco pares de escudos a los costados que presentan matices grises, verdosos y negros con un plastrón amarillo pálido. Las aletas delanteras presentan una garra visible mientras las traseras tienen una o dos de ellas y la cabeza tiene dos pares de escamas prefrontales.
Es considerada como la tortuga más pequeña con un máximo de 90 cm de longitud.
Es considerada como la tortuga más pequeña. Mide de 60 a 90 cm de largo y los adultos pesan en promedio 45 kilos. Los machos son más grandes y poseen colas más gruesas que las hembras, pero esto es visible cuando alcanzan su madurez sexual. Las crías por su parte, pesan tan solo 14 gramos y lucen muy distintas a las adultas con su color negro brillante o gris, tanto en piel como en caparazón, pero van cambiando su apariencia a medida que maduran.
Distribución y hábitat
Se encuentran desde Terranova, Canadá hasta Venezuela, con mayor concentración en el Caribe, Golfo de México y el litoral atlántico de los Estados Unidos. Se dice que se han hecho registros de tortugas lora en aguas de Marruecos, África y en el mar Mediterráneo.
Se distribuyen en aguas de bahías y lagunas que mantienen poca profundidad. Puede ser vista en zonas con fondos arenosos y cerca de las costas, pero mayormente habitan en aguas cercanas al mar abierto.
Algunos machos realizan viajes de migración con fines reproductivos y alimenticios, aunque otros se quedan en su zona teniendo también la oportunidad de conseguir una pareja reproductora sin tener que trasladarse.
Por su parte, las hembras adultas migran cientos o miles de kilómetros para llegar a las playas de anidación, cuyas preferidas se ubican en Tamaulipas, México.
Tienen dos rutas de migración: una se dirige al norte hacia las costas de Misisipi y la otra se dirige hacia las costas de la Península yucateca, al sur.
Alimentación
Los adultos son carnívoros y tienen a su disposición una amplia opción de presas. Se alimentan de medusas, moluscos, peces, camarones, erizos de mar, almejas y cangrejos, pero ocasionalmente ingieren también algas y sargazos. La mandíbula de la tortuga lora es muy fuerte y está diseñada para la trituración.
Para cazar prefieren las aguas poco profundas, donde se sumergen al fondo para obtener su comida.
Comportamiento
No se tiene un estudio completo sobre la forma de comunicación de la tortuga lora, pero se cree que realizan leves vocalizaciones y se identifican por medio de la vista y el contacto físico.
Como todas las demás tortugas marinas, la tortuga lora es pacífica con otros tipos de fauna marina y permite el acercamiento del hombre, aunque es importante mantener una distancia prudente con la mandíbula.
Reproducción
Como se mencionó anteriormente, las hembras arriban con mayor frecuencia en Tamaulipas, siendo Rancho Nuevo, Tepehuajes y Barra del Tordo las tres principales playas de anidación.
Alcanzan la madurez sexual a los 12 años de edad. La temporada de anidación se da de manera masiva y comienza a finales de abril. A esto se le llama “Arribada” y aquí las hembras salen del mar al mismo tiempo para buscar zonas seguras en las que depositarán sus huevos. Posteriormente comienzan a cavar huecos lo suficientemente profundos para que los huevos conserven calor y sean difícilmente detectados por los depredadores.
› Se registran alrededor de 1,000 hembras reproductoras en la actualidad. Un número alarmante.
Las hembras de esta especie anidan cada dos años y construyen tres nidos en los que desovan alrededor de 90 huevos. Finalmente las crías rompen el cascarón después de 45 días y se cuidan por su cuenta.
Se registran alrededor de 1,000 hembras reproductoras en la actualidad, un número sumamente alarmante.
Amenazas
Como amenazas naturales podemos mencionar al coyote, al mapache, al cangrejo y aves marinas que se alimentan de las crías que se dirigen por primera vez al mar. Cuando son adultas deben cuidarse de tiburones y orcas principalmente.
El hombre
Estado de conservación: en peligro crítico.
Lamentablemente es una especie catalogada como en “Peligro Crítico” a causa de la pérdida de su hábitat, al comercio ilegal de huevos y carne para su consumo, al cambio climático y a la captura accidental con redes de pesca.
Este último es una de las causas del mayor índice de mortalidad; debido a la pesca de arrastre, son capturadas incidentalmente y después devueltas al mar, gravemente heridas o casi a punto de morir.
La ingesta de basura por irresponsabilidad humana es un problema grave. Se han registrado bolsas y objetos de plástico en los estómagos de tortugas marinas que confunden tales materiales con alimento.
En algunos lugares se realizan actividades de conservación con el fin de reducir impactos negativos y resolver algunos de los problemas que provocan la disminución de sus poblaciones. Por ejemplo, en Texas, se evaluaron los efectos que el derrame petrolero Deepwater Horizon ocurrido en 2010 dejó en la vida de las tortugas loras y otros tipos de vida marina. Para esto, a algunos individuos se les toman medidas y muestras de sangre que revelen su estado de salud, al igual que se les implanta transmisores de satélite en el caparazón para monitorear sus hábitos diarios y su comportamiento. Estos aparatos no interfieren en sus actividades y no son permanentes.
Fuentes
https://www.nps.gov/pais/learn/nature/stsr.htm
Peter L. Lutz, John A. Musick, Jeanette Wyneken. The Biology of Sea Turtles, Volume 2. CRC Press, 2002.
http://www.seeturtles.org/kemps-ridley-turtles/
http://www.nmfs.noaa.gov/pr/species/turtles/kempsridley.html