A continuación te mencionaremos algunos datos interesantes sobre las tortugas marinas. Estos reptiles acuáticos son más sorprendentes de lo que pensamos.
1. Existen siete especies de tortugas marinas en el mundo.
2. Son reptiles marinos que pertenecen a la superfamilia Chelonioidea, que las separa de las tortugas terrestres.
2. Se estima que han existido en la tierra por más de 200 millones de años y que han ido evolucionando hasta lo que conocemos hoy.
2. Seis especies están amenazadas y de una de ellas no se tienen datos suficientes, por lo que se desconoce si mantiene una población estable o si está al borde de la extinción.
3. El estado de conservación de la tortuga carey (Eretmochelys imbricata) y la tortuga lora (Lepidochelys kempii) son tan críticas, que científicos han afirmado su total extinción en unas décadas a no ser que se resuelva su situación.
4. La parte ventral del caparazón se llama plastrón.
5. No son agresivas a menos que sientan peligro. Acercarse mucho a ellas aumenta el riesgo de que actúen lanzando una dolorosa mordida.
6. Carecen de oídos externos pero eso no quiere decir que no puedan escuchar. Son capaces de detectar sonidos de baja frecuencia así como vibraciones en el agua.
7. La especie más grande es la tortuga laúd (Dermochelys coriacea), cuyo ejemplar de mayor tamaño medía tres metros de largo y pesaba más de 900 kilos.
8. Por el contrario, la especie más pequeña es la tortuga Lora (Lepidochelys kempii) con sus 90 cm de longitud y 45 kilos de peso aproximadamente.
9. Las crías de tortuga marina rompen el huevo con ayuda de una carúncula, que es un tipo de diente afilado que disponen por un breve tiempo, ya que se desprende pocos días después.
10. El único comportamiento maternal de una hembra reproductora es el de cavar el nido para sus huevos y posteriormente cubrirlos con la arena. Después de ello jamás regresa a protegerlos.
11. Un solo nido contiene hasta 200 huevos, dependiendo de la especie.
12. Las tortugas marinas no lloran de tristeza. Una glándula ubicada en la órbita de sus ojos se encarga de expulsar el exceso de sal que almacenan en el océano. Esto es visto solamente cuando están fuera del agua.