Chelonia mydas
La tortuga verde es un quelónido, ya que pertenece a la familia Cheloniidae, misma que comprende a cinco géneros de tortugas marinas actuales y varias extintas.
Descripción
La tortuga verde es una especie de gran tamaño. Se le nombró “Verde” debido al color de la grasa localizada debajo de su caparazón y no precisamente por lucir una piel u otras características corporales de dicho color. La zona del plastrón es blanquecina o amarillo claro como en otras especies de tortuga.
El caparazón es la parte más visible y ocupa la mayor parte de su cuerpo. Está compuesto de cinco escudos centrales flanqueados por cuatro pares de escudos que presentan una coloración ya sea café, gris, negra o verde olivo.
Son criaturas grandes y pesadas. Los adultos de mayor tamaño crecen un promedio de 1.5 metros de largo y pesan entre 68 y 190 kg, pero se han registrado casos muy excepcionales en los que logran rebasar los 300 kilos. Los machos son ligeramente más grandes que las hembras y poseen una cola más larga y gruesa, debido a que su órgano reproductor se encuentra en la base de esta.
Permanecen bajo el agua hasta cinco horas gracias a que su ritmo cardíaco se ralentiza para conservar el oxígeno.
Una manera de diferenciar a la tortuga verde de otras especies de su misma familia, especialmente de la tortuga carey (Eretmochelys imbricata) con la que es muy confundida, es mediante la observación del diseño de su boca. La tortuga verde la posee recta y corta, a diferencia de Eretmochelys imbricata que la tiene en terminación de pico.
Las tortugas verdes nadan a una velocidad aproximada de 1.5 a 2.3 km/h. y permanecen bajo el agua hasta cinco horas gracias a que su ritmo cardíaco se ralentiza para conservar el oxígeno.
Distribución
Su distribución incluye aguas tropicales y subtropicales de todo el mundo. Son especies migratorias cuyos sitios de anidación tienen lugar en alrededor de 80 países. Algunas de ellas logran viajar hasta 2,250 kilómetros, pero esto varía de acuerdo a la ubicación geográfica.
El norte de Australia, Indonesia, Madagascar, Puerto Rico y Mexico son algunas de las costas por las que la tortuga verde atraviesa, pero se identifican dos grandes subpoblaciones que se consideran las más importantes: la del Atlántico y la del Pacífico. En algunas partes de las islas Caimán y Mauricio están extintas y posiblemente también en Israel.
A excepción de sus migraciones donde atraviesan aguas abiertas, permanecen generalmente en aguas poco profundas que están adornadas con bellos arrecifes de coral y abundancia de hierba y algas marinas que atraen su atención, por lo que es casi un hecho encontrarlas alimentándose en estas zonas.
Alimentación
Cuando son adultas, su dieta es herbívora debido al diseño de su mandíbula que hace muy sencilla la masticación de plantas marinas y algas. Por su parte, las tortugas verdes más jóvenes son omnívoras; es decir, su dieta abarca muchas más opciones como crustáceos, gusanos marinos, medusas, cangrejos, esponjas, caracoles, entre otros animales, así como también frescos pastos.
Sus mandíbulas son serradas y muy fuertes, ideales para triturar sus alimentos.
› Las tortugas jóvenes son omnívoras pero de adultas se vuelven herbívoras.
Comportamiento
Pasan la mayor parte de su vida sumergidas, pero deben ascender cada cinco minutos aproximadamente para respirar el oxígeno que les permitirá continuar con sus actividades y volver a descender profundamente si así lo requieren.
Se les ha observado durmiendo bajo las rocas y debajo de bordes de arrecifes durante las horas nocturnas, esto para protegerse de los depredadores y mantenerse más seguras.
Reproducción
La temporada de cría se produce comúnmente a finales de la primavera y a principios de verano.
El apareamiento se presenta cada dos a cuatro años y se lleva a cabo en aguas poco profundas cercanas a las costas. Las hembras son las únicas que abandonan el mar para adentrarse a las playas arenosas y elegir un lugar sin ningún tipo de disturbio. Con ayuda de sus aletas, cavan un hoyo en el que poco a poco van depositando de 100 hasta 200 huevos que finalmente serán cubiertos de arena. Una vez terminado el proceso, la madre regresa al mar y no vuelve a tener contacto con las crías. Cada hembra cava entre tres y siete nidos por año.
El apareamiento se produce cada dos a cuatro años y se lleva a cabo en aguas poco profundas cercanas a las costas. Las hembras son las únicas que abandonan el mar para adentrarse a las playas arenosas y elegir un lugar sin ningún tipo de disturbio. Con ayuda de sus aletas, cavan un hoyo en el que poco a poco van depositando de 100 hasta 200 huevos que finalmente serán cubiertos de arena. Una vez terminado el proceso, la madre regresa al mar y no vuelve a tener contacto con las crías. Cada hembra cava entre tres y siete nidos por año.
Después de un lapso de 40 a 75 días, las crías luchan por salir de la arena e instintivamente se dirigen al agua. Durante ese pequeño trayecto, los recién nacidos cuyo peso es de tan solo 25 gramos, enfrentan depredación por parte de varias especies, por lo que muy pocos logran sobrevivir.
Como dato curioso, las crías de tortuga marina desarrollan un tipo de diente afilado llamado carúncula que les sirve para romper el huevo; es una característica que conservan durante un corto tiempo ya que después de unos días, se desprende.
Machos y hembras alcanzan la madurez sexual entre los 20 y los 50 años y viven alrededor de 75 años.
Amenazas
Son muchos los factores los que provocan que la tortuga verde esté en peligro de extinción según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN. Se estima que alrededor de 203,000 hembras reproductoras circulan en aguas de todo el mundo.
Estado de conservación: en peligro de extinción.
Las tortugas verdes enfrentan un sinnúmero de riesgos desde que están dentro del huevo. Depredadores como serpientes, gaviotas, ratas, cangrejos, hormigas, entre otros, son saqueadores de cavidades o aprovechan los viajes primerizos de las pequeñas tortugas al mar. Una vez estando en el agua, tiburones, delfines y una gran variedad de peces llegan a consumir a las inexpertas crías.
Cuando llegan a la etapa de la adultez, son menos vulnerables a los ataques debido a su tamaño y a la dureza de su caparazón, por lo que solo los grandes tiburones representan sus mayores amenazas al ser capaces de alimentarse de ellas o herir con profundas mordeduras que provocan graves heridas en la piel o destrucción parcial del caparazón.
El hombre
Enredos con redes de pesca, ingesta de basura marina, robo de huevos, depredación y la pesca de arrastre son responsables de la disminución de gran parte de la población.
La presencia del humano en zonas costeras altera su proceso de reproducción. La urbanización y la construcción de zonas hoteleras impide que las hembras lleguen a depositar sus huevos y la presencia de luces desorienta a los recién nacidos, desviándolos de su camino hacia el mar.
Debido a su estado de conservación, la tortuga verde tiene protección bajo varios tratados y leyes internacionales, pero ha sido difícil controlar su tráfico y comercialización ilícita.
Fuentes
https://www.fws.gov/northflorida/SeaTurtles/Turtle%20Factsheets/green-sea-turtle.htm
https://www.nwf.org/Wildlife/Wildlife-Library/Amphibians-Reptiles-and-Fish/Sea-Turtles/Green-Sea-Turtle.aspx
http://www.iucnredlist.org/details/4615/0
conserveturtles.org/information-sea-turtles-green-sea-turtle/
James R. Spotila. Sea Turtles: A Complete Guide to Their Biology, Behavior, and Conservation. JHU Press, 2004.